Construyendo relaciones sanas

Construyendo relaciones sanas

بسم الله الرحمن الرحيم

Muchas de nosotras queremos tener relaciones sanas y saludables con las personas que nos relacionamos cada día, sin embargo aveces encontramos  que tener la intención y lograrlo no es fácil pues hay personas con muchas resistencia a aceptar que como musulmanas somos felices Alhamdulillah y al ver nuestro cambio en la forma de vestir se alejan de nosotras, la primer sugerencia es dejar ir a quien no quiere estar en tu compañía. Las relaciones sanas se construyen desde la autenticidad y no desde la apariencia y ello toma tiempo y la presencia de una gran dosis de respeto, aunque al principio no sea fácil  compartir tus creencias y tu estilo de vida siempre es mejor ser sincera, al final se enteraran que eres una mujer musulmana.

Las relaciones sanas  son aquellas basadas en el respeto mutuo y que nos aportan paz, salud, bienestar, calidad de vida, tranquilidad,  al tiempo que fortalecen nuestra autoestima y nos permiten fortalecer vínculos afectivos especialmente con nuestra familia, amigas, comunidad, compañeras de estudio y o de trabajo, las relaciones permiten que crezca  la confianza y ello se logra luego de un proceso que incluye la calidez, buen trato, buena comunicación, flexibilidad  y expectativas realistas. Contrario a éste tipo de relación están las relaciones tóxicas que alteran nuestra salud y equilibro emocional, restan tranquilidad y la mayoría de las veces nos lleva a tener momentos tristes y de infelicidad pues sentimos que nos estancan, quieren controlarnos y dominarnos, las personas tóxicas quieren que seamos como ellas lo desean.

Como musulmanas latinas, somos casi todas conversas, hemos llegado al islam por que Allah abrió nuestros corazones y aceptamos el llamado. Aunque quisiéramos que las personas que amamos estén en la guía del islam, sabemos que Allah guía a quien quiere y no podemos obligar a nadie a que acepte y comprenda el mensaje del islam, no es sano que intentemos imponer nuestras creencias a los demás, ni exigir o juzgar el ritmo de practica que cada quien lleva, solo Allah sabe lo que ocultan los corazones y lo que cada persona en realidad se esfuerza en la práctica del islam. Hay que tener cuidado de no convertirnos en personas desagradables por la falta de modales y querer imponernos.

Misericordia desde una perspectiva islámica también es: Desear para tu hermana y/o hermano musulmán lo que deseas para ti mismo,evitar para tu hermana o hermano en fe lo que desearías evitar para ti misma. Como musulmanas sabemos que es nuestra  responsabilidad recomendar el bien y prohibir el mal, claro está considerando un protocolo de modales básicos como:

Umar Ibn Al Jattab (que Allah este complacido con él) dijo:
«Si veis a uno de vosotros caer (en el pecado), aconséjenle, pidan por él y no ayuden a Shaytaan en su contra (insultándolo, etc.).» 
[Tafsir al-Qurtubi, 15/256]

Así que dar un buen consejo es lo recomendable, hacer suplicas por nuestros hermanos y hermanas también lo es, corregir en privado y elogiar en publico es muestra de misericordia, cuando se corrige en publico es fácil caer en la humillación y  causar heridas emocionales o resentimiento que lejos están de la misericordia proclamada por el islam y de la justicia al reconocer que alguien puede cometer un acto malo, pero eso no lo hace una mala persona. Si te rodean personas que les gusta hablar mal de los otros y fomentar la hipocresia es bueno que te plantees la posibilidad de comentarles el error en que están o que te alejes de esas personas porque no traen beneficios a tu vida.

Casi todas las personas en algún momento de nuestra vida hemos tenido que tratar con personas difíciles, imprudentes o con dificultad para escuchar y he ahí la oportunidad de practicar la paciencia de nuestra parte para invitarles a dejar de ser personas  impulsivas e imprudentes pues Allah ha dicho:

«¡Creyentes!  ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto?  Os causaría  horror … ¡Temed a AllahAllah es indulgente, misericordioso». (49:12).

Hay quienes están pendientes del otro para ver en que falla, para criticarle y hacerle quedar mal lo cual por supuesto es un mal hábito. Las enfermedades del corazón como la arrogancia o la envidia no permiten que escuchemos a los otros, la arrogancia es un excesivo orgullo hacia uno mismo creyéndose mejor que los demás por lo cual los menosprecia. La envidia es un sentimiento destructivo basado en la carencia, la persona envidiosa es una persona insatisfecha, por eso quiere lo que otro tiene o peor aún, no quiere que otros tengan. Un indicador personal de que necesitamos  purificar nuestro corazón de la arrogancia y la envidia está dado porque  disfrutamos y hasta nos Regocijamos por el fracaso de otros y ante le éxito de los demás se siente resentir. Audubillahi porque es muy fácil caer y mantenerse en arrogancia o envidia sin darnos cuenta, aveces podemos alegrarnos del mal ajeno y justificarlo diciendo es bueno que eso le haya pasado para que aprenda, y con ello hacer que las personas se alejen de nosotras, para construir relaciones sanas debemos cuidar lo que decimos y pensamos, por ello el pensar antes de actuar es un maravilloso consejo.

Dijo el Imâm Ibn Házm al Andalusî (456 H): «Qué bello es el silencio en temas sensibles, pues a cuántos hemos visto que sus palabras los llevaron a la destrucción, pero jamás hemos tenido noticias de que alguien haya caído en la destrucción debido a su silencio».

(Ar-Rasâ’il, 1/402).

 

Quiera Allah hacernos de las personas prudentes, justas piadosas y misericordiosas, hablar en los tiempos en que sea prudente y guardar silencio cuando lo que vayamos a decir pueda causar daño. Quiera Allah facilitarnos el permanecer en buena compañía y alejarnos de las personas tóxicas.

María del Pilar Mena Parra

Colombia

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